Quickstep es un baile que fue creado por parejas caribeñas y africanas. Más tarde, durante la Primera Guerra Mundial, se desarrolló en los suburbios de Nueva York. Hizo su debut en un Music-Hall americano e inmediatamente se volvió popular en todas las salas de baile. El Fox-Trot y el Quickstep tienen el mismo origen: en los años 20 muchas bandas musicales tocaban Slow-foxtrot muy rápido, lo cual le daba más alegría al baile. A partir de aquí se separaron los dos bailes, descendiendo así el compás del Slow-Foxtrot y pasando a ser el Quickstep la versión rápida del Foxtrot bailado a 48 compases por minuto. El charlestón y el One step, tuvieron muchas influencias en el desarrollo del Quickstep.
A partir de 1930 esta variante también fue incluida en el programa de competición. Las influencias del Swing hicieron del Quickstep un baile rítmicamente más relajado y con ello más fácil de bailar.
Su música es de 4/4 con un tempo de 50-52 golpes/minuto y una rítmica de “slow-quick-quick-slow”. En 1920, el quickstep evolucionó a partir de una combinación de foxtrot, charleston, shag, peabody y one-step. Es una danza inglesa en origen y fue estandarizada en 1927. Ahora está separada del foxtrot. A diferencia del foxtrot moderno, el hombre hace cierre de pies con frecuencia y suelen aparecer pasos sincopados, como en los inicios del foxtrot.
El one-step es el nombre que se dio a un baile que apareció en Estados Unidos hacia 1910, alcanzando la cúspide de su popularidad en 1914, extendiéndose por todo el mundo en la década de 1920. Su compás es de 2/4, como el pasodoble, y fue asimilado por los bailes derivados del ragtime, como el foxtrot y el quickstep. Su presentación tuvo lugar con un tema especialmente compuesto para ello, Bogey walk, de James M. Galla.
Un ejemplo de esta forma musical es la célebre canción española titulada ¡Si vas a París, papá!, con letra de M. Álvarez Díaz y música de Ledesma y Oropesa, que tuvo una gran éxito por la década de 1930. Se trata de un one-step bailable y coreable. , y que hizo del cuplé del género bailable, y popular.
Aún así el quick continuó su andadura en las pistas de competición del sistema europeo, y hoy por hoy, artistas como Rihanna, Adele, y otros grandes de la música han surcado en el tiempo para que en el XXI continúe en discotecas y salas de baile, y así hacer de él un ritmo atemporal.